Mejor curso para estudiar un año en el extranjero
¿Quieres mandar a tu hijo a estudiar al extranjero, pero no sabes cuándo hacerlo? Es una duda recurrente, y la respuesta siempre va a depender un poco de cada niño, de su estado de madurez, de sus inquietudes y de sus perspectivas de futuro. Sin embargo, a modo general, en este artículo te contamos cuál es la mejor edad y cuál es el mejor curso para estudiar un año en el extranjero.
Cuál es el mejor curso para estudiar en el extranjero
Aunque cada alumno tiene su personalidad y gustos característicos, sí que hay unos cursos que están indicados como los mejores para estudiar en el extranjero. Generalmente, estos son 4º de la ESO y 1º de Bachillerato. ¿Por qué?
Por un lado, en 1º y 2º de ESO los niños podrían ser demasiado inmaduros para afrontar un año en el extranjero, aunque eso depende de cada caso particular. 3º de ESO sería un año ideal por edad, sin embargo, tiene en su contra el programa de estudios. El salto de 2º a 3º suele ser bastante grande, apareciendo materias nuevas y ampliándose la dificultad de las mismas.
En cuanto a 2º de Bachillerato, no está muy indicado, debido a que es el año en que los estudiantes deben preparar los difíciles exámenes de acceso a la Universidad. Así como centrarse en conseguir las mejores notas posibles que les permitan el acceso a las carreras que tienen en mente.
4º de la ESO y 1º de Bachillerato quedan como los cursos intermedios entre los mencionados arribas. Son cursos más asequibles para los estudiantes y que sirven de conexión entre dos etapas distintas. Por ello, son los más recomendados para estudiar en el extranjero el próximo curso académico.
Cuál es la mejor edad para ir a estudiar al extranjero
No hay una respuesta exacta para esta pregunta, aunque en general los expertos coinciden en que la edad ideal se sitúa entre los 11 y los 17 años. Los motivos son variados. Por un lado, a esta edad los niños empiezan a ser lo suficientemente maduros y responsables como para afrontar esta experiencia.
Por otro lado, es una edad en la que sus cerebros absorben con gran facilidad nuevos conocimientos. Por lo tanto, les será mucho más sencillo asimilar otro idioma, por lo que aprenderán a hablarlo más rápido, mejor y con una pronunciación perfecta. Entre los 11 y los 17 años, el carácter también permite que los niños se adapten más rápidamente a cambios y es menos probable que sufran un choque cultural. Por último, a estas edades los estudios aún no son muy exigentes, lo cuál permite al niño sacar el máximo rendimiento posible a su estancia en el extranjero.
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